jueves, 29 de agosto de 2013

Teorías deterministas: determinismo biológico y sociológico

El determinismo es una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento físico, incluyendo el pensamiento y acciones humanas, están causalmente determinados por la irrompible cadena causa-consecuencia, y por tanto, el estado actual "determina" en algún sentido el futuro. Existen diferentes formulaciones de determinismo, que se diferencian en los detalles de sus afirmaciones. Para distinguir las diferentes formas de determinismo conviene clasificarlas acorde al grado de determinismo que postulan:
  • Determinismo biológico: Conjunto de teorías que defienden la posibilidad de dar respuestas últimas al comportamiento de los seres vivos a partir de su estructura genética. Por lo tanto, la conducta, tanto de los animales como del hombre, obedece a formas que han sido necesarias para la supervivencia de sus genes, y que se extienden a complejos sistemas sociales adaptados a su más favorable proceso evolutivo.
  • Determinismo sociológico. Según el cual la sociedad es considerada como una conciencia colectiva que cada individuo interioriza de un modo particular, por lo que las reglas de conducta social ejercen una presión irresistible sobre los individuos. En otras palabras el ambiente social que nos rodea nos fuerza a obrar de determinada forma. Esta tesis estuvo representada especialmente por la " Escuela Sociológica Francesa" de los filósofos positivistas E. Durkheim y Levy-Bruhl.

Actos humanos, morales, inmorales y los amorales

moral
Se denomina moral o moralidad al conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social determinado que oficia de guía para el obrar (es decir, que orienta acerca del bien o del mal -correcto o incorrecto- de una acción o acciones).
La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser humano en relación con la sociedad y consigo mismo. Este término tiene un sentido positivo frente a los de «inmoral» (contra la moral) y «amoral» (sin moral). La existencia de acciones y actividades susceptibles de valoración moral se fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios. Por tanto, la moral se relaciona con el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones.
«No existen fenómenos morales, sino sólo una interpretación moral de los fenómenos» (Friedrich Nietzsche).
La palabra «moral» tiene su origen en el término latino mores, cuyo significado es "costumbre". Moralis (< latín mos = griego "costumbre"). Por lo tanto «moral» no acarrea por sí el concepto de malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres las que son virtuosas o perniciosas. La moral podría definirse también como «la suma total del conocimiento adquirido con respecto a lo más bueno a lo que una persona se apega».
Los antiguos romanos concedían a las mores maiorum ("costumbres de los mayores", las costumbres de sus ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes judiciales) una importancia capital en la vida jurídica, a tal grado que durante más de dos siglos (aproximadamente hasta el siglo II a. C.) fue la principal entre las fuentes del Derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos precedentes en un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas, elaborado alrededor del 450 a. C.
Los conceptos y creencias sobre moralidad son generalizados y codificados en una cultura o grupo y, por ende, sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La conformidad con dichas codificaciones es también conocida como moral y la civilización depende del uso generalizado de la moral para su existencia.
La moral también es identificada con los principios religiosos, y los valores que una comunidad está de acuerdo en respetar.
La moral, es el conjunto de principios de conducta que adquirimos por asimilación de las costumbres y valores de nuestro ambiente. Ejemplo: La Familia, la Escuela y la Iglesia. También se refiere a las normas que nos imponen en esos ambientes, pasivamente y sin cuestionamientos antes de adquirir nuestro uso de razón.
Se entiende por "acción moral" cualquier acto que haya sido ejecutado obedeciendo a los mandatos de las leyes morales. Por tanto, no todas las acciones humanas son susceptibles de recibir una cualificación moral (por ejemplo, desde el punto de vista ético el estornudar no puede merecer ninguna valoración moral propiamente dicha, salvo que lo hagamos encima de una persona para fastidiarla, con lo cual lo valorable moralmente sería nuestra intención de dañar a esa persona, no el acto de estornudar en sí). Sólo podemos hablar de acciones morales o inmorales cuando cumplan al menos un conjunto de condiciones:
·         Ser una acción que afecte a normas, principios o valores morales.
·         Haber sido realizada con libertad, es decir, haber tenido la oportunidad de elegir entre varias opciones antes de realizar la acción. En el caso de que no exista esa libertad (por ejemplo, si alguien me obliga a realizar un acto apuntándome con un revólver), el individuo no puede ser considerado responsable moral de esa acción.
·         Que haya sido realizada voluntariamente y siendo consciente de los efectos que iba a producir esa acción. Por ejemplo, si yo realizo un acto y, sin que yo lo sepa, ese acto causa trastornos graves a otra persona, no puedo ser considerado responsable moral del daño causado involuntariamente.
·         Las intenciones o fines con los que yo he llevado a cabo esa acción, puesto que puede darse el caso de realizar un acto bueno en sí mismo aunque las intenciones que motivaron ese acto fueran inmorales (por ejemplo, alguien que ayuda económicamente a una familia pobre, aunque lo hace con la secreta intención de obtener favores sexuales). O a la inversa: provocar un daño aunque mis intenciones sean buenas.

El hecho moral como acto humano: fin y clases de fines.

La bondad o malicia de los actos humanos se hace por los elementos que los integran: El objeto, el fin y las circunstancias que no intervienen todos de la misma manera, para determinar la moralidad de los actos buenos y la de los actos malos. Para que un acto sea bueno, deben serlo necesariamente el objeto, el fin y las circunstancias; y para que sea malo basta con que uno de ellos esté en contra de la norma moral.
a) objeto.
Es la primera y fundamental fuente de moralidad: si el objeto es malo, el acto también será malo, aunque las circunstancias y la intención sean buenas; "No se puede hacer el mal para que sobrevenga el bien"; el fin no justifica los medios. Si el objeto es bueno, el análisis para una calificación completa y verdadera del acto debe proseguir por el fin y las circunstancias.
El objeto del acto moral, no es sólo el hecho o realidad física sobre que recae, sino la relación que guarda con el último fin, que es el bien del hombre. Por eso, al objeto del acto moral, se le llama también finis operis, finalidad inmanente del acto o relación objetiva con la ordenación de la razón al último fin, que determina la esencia de cada acto.
b) intención.
La intención, es un elemento esencial en la calificación moral de la acción. El fin es el término primero de la intención y designa el objetivo que se busca en la acción. La intención es un movimiento de la voluntad hacia un fin. Es el bien esperado de la acción que se hace. Una misma acción puede estar inspirada por varias intenciones como hacer un servicio para obtener un favor o para satisfacer la vanidad.
Una intención buena (por ejemplo: ayudar al prójimo) no hace ni bueno ni justo un comportamiento en sí mismo desordenado (como la mentira y la maledicencia). El fin no justifica los medios. No se puede justificar la condena de un inocente como un medio legítimo para salvar al pueblo. Por el contrario, una intención mala convierte en malo un acto que puede ser bueno.
c.    circunstancias.
Todo acto humano es un acto "situado", realizado en un determinado tiempo y lugar, con una concreta modalidad, por un sujeto de particulares cualidades, etc. Las circunstancias designan todos los factores que forman el contorno en que se realiza la acción.
  Etimológicamente proviene de circum stare, estar alrededor. El nombre está tomado de la realidad espacial y trasladada metafóricamente a los actos humanos. Designa dos aspectos de estas realidades: se trata de algo que está fuera de la sustancia de la cosa, pero que, al mismo tiempo, se adhiere al acto humano ya completo sustancialmente afectándolo de algún modo, lo cual pertenece al orden accidental. Las principales que señala la moral son siete:
·         el tiempo en que se realiza el acto (quando).
·         el lugar en que es hecho (ubi).
·         el modo de hacerlo (quomodo).
·         la materia sobre la que versa (circa quid o quid).
·         la cualidad del sujeto que lo realiza (quis).
·         los motivos circunstanciales que mueven a realizarlo (cur).
·         los medios empleados para su ejecución (quibus auxiliis).
También de la relación de estos elementos accidentales con la regla moral dependerá la moralidad del acto humano.
Contribuyen a agravar o a disminuir la bondad o la malicia moral de los actos humanos (por ejemplo, la cantidad de dinero robado). Pueden también atenuar o aumentar la responsabilidad del que obra (como actuar por miedo a la muerte).



Relación de la ética con la psicología y la religión

La Psicología se parece a la Ética en cuanto a que también estudia los actos humanos, pero ésta los explica en el aspecto del hecho y la Ética se interesa en cómo debe ser ese acto. Es decir, la psicología sólo estudia el acto como objeto material, el por qué ocurre. La Ética en cambio, estudia la bondad o maldad de los actos humanos y dicta normas de cómo deben comportarse las personas. Ética y Sociología. La Sociología surgió en el siglo XIX gracias a las aportaciones de Augusto Comte y de Karl Marx. Estudia el comportamiento del hombre en forma global dentro de la sociedad, es una ciencia de hechos.







 La Religión institucionalizada contiene una serie de preceptos, la mayoría de ellos con un alto valor moral, como son la caridad, la humildad, el sentido comunitario, la compasión, la piedad, etc. Pero la Ética y la Religión no son lo mismo, la Religión se fundamenta en el concepto de Dios, trascendente al mundo de los seres humanos y naturales y a partir de allí deriva preceptos y códigos de conducta. Hay diferentes religiones que dan lugar a diferentes culturas y morales. La Ética en cambio busca una fundamentación universal, un deber ser del ser humano.

Relación de la ética con otros sabes: Psicología Sociología Derecho Religión

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1. Relación de la Ética con la Psicología. La Psicología se parece a la Ética en cuanto a que también estudia los actos humanos, pero ésta los explica en el aspecto del hecho y la Ética solo se interesa en las normas de derecho de ese acto, es decir la psicología solo estudia el acto como objeto material, el por qué ocurre. La Ética en cambio estudia la bondad o maldad de dicho actos y dicta normas de cómo deben estos.
2. Relaciones entre la Ética y la Sociología. La sociología surgió en el siglo XIX gracias a las aportaciones de Augusto Comte y de Karl Marx. Estudia el comportamiento del hombre en forma global, es una ciencia de hechos, mientras que la Ética es una ciencia de derechos.
3. Relaciones entre la Ética y el Derecho. El derecho es un conjunto de normas que rigen la conducta humana y en esto se parece a la Ética, sin embargo, difieren entre las normas propias de cada una. Existen cuatro diferencias principales:
a. Las normas de la Ética son autónomas (cada individuo debe darse sus normas propias) y las del Derecho son heterónomas (las normas provienen de una autoridad diferente al individuo).
b. Las normas de la Ética rigen aspectos internos y las del Derecho aspectos externos.
c. Las normas de la Ética son unilaterales (el cumplir una norma no implica el surgimiento de un derecho o una obligación por parte de otras personas), y las del Derecho son bilaterales (una obligación implica un derecho y viceversa).
d. Las normas de la Ética son incoercibles (aun cuando tienen un carácter obligatorio, generalmente no conllevan un castigo explícito en el caso de no cumplirlas) y las del Derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas normas civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimientos de ellas, y para llevar a cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones, etc.)
La ética es un conjunto de valores para la vida laboral y la religión es un conjunto de valores para la vida en varios aspectos... Ambos se mueven por la conciencia y la capacidad para discernir entre lo bueno y lo malo.



Definición semántica entre ética moral, semejanzas y diferencias.

Se denomina moral o moralidad al conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social determinado que oficia de guía para el obrar (es decir, que orienta acerca del bien o del mal -correcto o incorrecto- de una acción o acciones).
La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser humano en relación con la sociedad y consigo mismo. Este término tiene un sentido positivo frente a los de «inmoral» (contra la moral) y «amoral» (sin moral). La existencia de acciones y actividades susceptibles de valoración moral se fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios. Por tanto, la moral se relaciona con el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones.
«No existen fenómenos morales, sino sólo una interpretación moral de los fenómenos» (Friedrich Nietzsche).
La palabra «moral» tiene su origen en el término latino mores, cuyo significado es "costumbre". Moralis (< latín mos = griego "costumbre"). Por lo tanto «moral» no acarrea por sí el concepto de malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres las que son virtuosas o perniciosas. La moral podría definirse también como «la suma total del conocimiento adquirido con respecto a lo más bueno a lo que una persona se apega».
Los antiguos romanos concedían a las mores maiorum ("costumbres de los mayores", las costumbres de sus ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes judiciales) una importancia capital en la vida jurídica, a tal grado que durante más de dos siglos (aproximadamente hasta el siglo II a. C.) fue la principal entre las fuentes del Derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos precedentes en un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas, elaborado alrededor del 450 a. C.
                                    
La palabra ética proviene de la íntima relación con la moral, tanto que ambos términos se confunden con frecuencia. Los términos moral y ética tienen el mismo significado etimológico, con la diferencia que el primero deriva del latín (mos) y el segundo del griego (ethos).
La ética, sin embargo, no prescribe ninguna norma o conducta; no manda ni sugiere directamente qué debemos hacer. Su cometido consiste en aclarar qué es lo moral, cómo se fundamente racionalmente una moral y cómo se ha de aplicar ésta posteriormente a los distintos ámbitos de la vida social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro.
Algunos han dado a la ética el título de arte de vivir bien, lo cual no parece exacto, pues que si se reuniesen todas las reglas de buena conducta, sin acompañarlas de examen, formaría un arte, mas no una ciencia.(Balmes, “Lógica y Ética)
La ética estudia la moral y determina qué es lo bueno y, desde este punto de vista, cómo se debe actuar. Es decir, es la teoría o la ciencia del comportamiento moral.